lunes, 15 de noviembre de 2010

El arte del funambulismo






El arte del funambulismo


08 noviembre 2010

Luego de la semana de duelo impuesta por el fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, ha vuelto el fútbol a los estadios y con el, las emociones... perdón, esta es una frase hecha y la he escrito digamos que mecánicamente.
Emociones… lo que se dice emociones, más bien pocas.
Confirmaciones, un par. Decepciones… unas cuantas.
Nada ha variado en la Liga respecto a lo planteado hace varias semanas. Estudiantes y Velez son los equipos que hoy marcan el ritmo y uno de los dos será el campeón, lo cual confirma que el éxito podrá ser fruto del azar en alguna ocasión, pero que prefiere alinearse detrás de los que trabajan bien y son ordenados en sus asuntos. Así en la vida como en el fútbol.
Esta fecha que ha concluido ayer, bien pudo haber sido la que marca de manera casi simultanea –y por esto, inédita- el principio del fin de los entrenadores de Boca Juniors y River Plate. Generalmente, por una cuestión de “determinismo” era normal que si a uno de los dos eternos rivales le iba bien, las cosas al otro le salían al revés, hoy… no se si por causa de la alineación de los planetas, por el agujero de ozono, la lluvia ácida o el efecto invernadero… a los dos referentes del fútbol argentino les va fatal.
Boca Juniors cayó derrotado por Argentinos Juniors y River Plate por el sorprendente recién ascendido All Boys (que en este torneo ya se cargó a Boca – River – Independiente y al líder Estudiantes)
Poco pudo hacer Juan Román Riquelme en su vuelta, luego de varios meses de inactividad, pero es justo que se diga que fue –por un campo- el mejor de Boca Juniors y quizá el mejor de los 22, si no mediase la gran actuación del portero de Argentinos. A pesar de la inactividad casi convierte un gol olímpico que pegó en el travesaño (lo que hubiese sido el paroxismo xeneize) y sirvió tres o cuatro de esas asistencias con su sello, que con un delantero filoso acaban besando los piolines de la red … claro que Boca no tiene hoy por hoy ese delantero filoso. En su lugar tiene una lata oxidada llamada Martin Palermo que puede cortar -si-
pero no con la frialdad y la profundidad de un bisturí, sino con la torpeza y lo grotesco de una lata de tomates olvidada en un cubo.
Lástima por alguien que supo ser un tremendo goleador … pero que no admite que el paso del tiempo es algo que viene preocupando al hombre desde la caverna, y que por más que intente amarrarlo, medirlo y fragmentarlo con relojes, astrolabios y almanaques, no ha logrado aún que este se detenga.
Todos nos damos cuenta… menos Martín Palermo a quien Sabina no le cantaría hoy aquello de que “le toca a Palermo tocar el balón” porque cuando lo hace… la caga.
¿Ven? Esa es una buena figura para graficar hoy por hoy los trabajos de Borghi y Cappa… un almanaque, porque para mi, tienen los días contados.
Tampoco escapan de esta mediocridad los otros equipos denominados grandes. Empates de Racing, San Lorenzo e Independiente, con mucho de pena y muy poco de gloria… y derrota inapelable de Huracán.
Yo comenté en la última nota, que el camino del “Globo” para no caer en zona de promoción, no sería nada fácil a pesar del triunfo categórico frente al rival de toda la vida… pero Huracán tiene un equipo con muchos jóvenes del club y la inestabilidad es un derecho de piso que tendrán que pagar los pibes. A la excelente victoria de la fecha anterior, le sobrevino este 0-4 rotundo del sábado (recuerdo a un amigo entrañable, casi un hermano, sufriente hincha del Espanyol que siempre me dice cuando a los periquitos les va mal “poco dura la alegría en casa del pobre”). Bueno… eso mismo.
Al menos Independiente tiene delante suyo la zanahoria que supone la Copa Sudamericana. Entre semana fue a jugar a tierras colombianas frente al Tolima y se trajo un valioso 2-2 de cara a la revancha y de pasar de ronda, ya se metería en semifinales de un Torneo continental, algo que esta en el ADN de los “rojos”.
Le ha venido muy bien el cambio de “Míster”. Ha generado entre los jugadores y la gente una corriente de confianza positiva y los resultados están comenzando a darse.
Algo parecido ocurre en Colón de Santa Fe, con la llegada al banquillo del “negro” Fernando Gamboa.
Duro oficio el de los entrenadores, porque más allá o más acá de sus conocimientos, son tantas las variables que intervienen en su trabajo, tantos los factores que pueden desestabilizarlos, que da la impresión de que estuviesen siempre caminando en la cuerda floja, como esos viejos funambulistas de los circos o el gato de la niñez del “Nano” Serrat, que gustaba de caminar “por los alambres del patio”.
Habida cuenta que la fecha no ha dejado mucho más hilo en el carretel, y que hemos hablado de malabaristas como Riquelme, de magos como Sabina y Serrat, de técnicos que están haciendo equilibrio sobre los alambres muñidos de una volanta y valiéndome del hecho que Independiente –junto a Newells Old Boys- sean los dos equipos argentinos que quedan en pié en la Copa Sudamericana, quería dejarle a los amigos del “Zarpazo” unos versos de Héctor Negro para uno de esos jugadores que cuando nacieron, se rompió el molde.
Un irrepetible que jugó toda su vida para los “diablos rojos”.
Alguien tan inmenso… que podría decirse que los de Avellaneda –como si fuese un Cristo futbolero- tendrían que contar los hitos de su historia con la denominación A.B. o D.B… antes de Bochini… después de Bochini.
Que sirva este homenaje para poner un poco de justicia, luego que la dirigencia del Club desoyera el clamor de sus hinchas (porqué será que siempre hacen lo mismo todas las dirigencias?) y no le pusieron al nuevo estadio de Independiente, el nombre de este monstruo que –por su pinta y por su andar- bien podría haberse escapado de esos circos que describía más arriba.
¡Si en definitiva, el Bocha jugaba como si estuviese haciendo equilibrio en el aire!


Quien podrá agradecerte la alegría? Cuantas voces precisa el verso mio?
para decir la agreste poesía que dibuja tu trance de baldío.
¿Y el Chaplín que llevás? ¿Y esa estatura de gigante pequeño?
Y la burbuja que suelta el malabar de tu diablura cuando metés un "caño" en una aguja?

¿Quien podrá devolverte tanta fiesta? ¿Con que pagar tanto gozoso instante?
que nos dieron, che " Bocha", a toda orquesta, la pelota y tus pies calzando guantes
Si habrás llenado tantas tardes mustias! lujoso de arabescos y reflejos
que desataban nudos, mufa, angustias ...o sacaban un gol como un conejo

Los magistrales quiebres de cintura, el amague feliz, la gran pirueta
de esconder la pelota o la locura de bordar media cancha con gambetas
Cuando no salgas más entre los once , serán las lágrimas de rocío las que en el pasto lloren
allí, entonces: ¿con que se llenará el domingo mio?

Cuando la diez del rojo no te abrigue, yo buscaré en la tarde domnguera
en la función que pese a todo sigue, la semilla que siembra tu madera
buscaré por potreros y distancias en los picados donde floreciste
y hasta que no reencuentre aquella magia, aunque no se me note, andaré triste.

¡Un abrazo y hasta la próxima!
Héctor